Hoy celebramos –los que lo celebramos– otro Día Mundial de los Humedales. Efectivamente, el 2 de febrero de cada año, como se señaló en la nota publicada ayer en esta página por Adriana Pérez Pesce, se nos convoca a preservar, conocer y respetar los humedales.
Este año, el lema de la celebración es «Los humedales están llenos de vida». ¿Por qué «de vida»? ¿Qué son los humedales? Podríamos decir que hoy son los reservorios más importantes de biodiversidad biológica: refugio y hogar de todo tipo de variedades de plantas y de animales, se estima que los humedales de agua dulce son hábitat para más del 40 por ciento de las especies a nivel mundial. Son no solo fuentes de agua y productividad primaria de innumerables especies vegetales y animales, sino que brindan enormes beneficios, como suministro de agua dulce, alimentos, materiales de construcción y biodiversidad, incluso control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.
Los tipos de humedales por preservar son áreas naturales, como pastizales húmedos, turberas, pantanos, marismas, lagos, ríos, estuarios, deltas, bajos de marea, zonas marinas costeras, manglares, arrecifes de coral, ojos de agua, y también sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.
En la Argentina, en donde existen cerca de 600.000 km2 de humedales, mal que nos pese no hay todavía una ley nacional de humedales. Ha habido, sí, presentación de proyectos de ley, y dos de ellos fueron votados favorablemente en el Senado, pero finalmente perdieron estado parlamentario en Diputados. Esto es en sí una situación muy desgraciada, porque ante la inexistencia de la ley, esas áreas «sagradas» para la vida seguirán degradándose, sobre todo cuando existen apetencias inmobiliarias que avanzan sobre sus superficies, así como desmontes indiscriminados.
Deberíamos tomar ejemplo de nuestros vecinos: en Chile, este año, la celebración del Día Mundial de los Humedales tiene un carácter especial, como lo señaló en un artículo el director de Conservación de WWF Chile Rodrigo Catalán: «Luego de tres años de tramitación, el país ya cuenta con una ley para proteger los humedales urbanos, iniciativa que comenzó a impulsarse desde Valdivia, una ‘ciudad humedal’ por esencia».
Es de esperar que este año vuelvan a presentarse proyectos de ley en el Congreso para proteger nuestros humedales, por sus beneficios de todo tipo y porque, también, son herramientas naturales sumamente eficientes para luchar mejor contra el cambio climático.