Algunas empresas y diseñadores partidarios del ahorro han dedicado sus esfuerzos a crear productos que o bien consumen pocos recursos o bien aprovechan la materia prima disponible. Así, Holanda, Francia, Inglaterra, España, México, Chile e incluso la Argentina son países que ya están adoptando esa nueva solución en materia de viviendas: casas desarrolladas a partir de viejos contenedores como estructura de base. Esto no sólo da una solución a aquellas personas que necesitan acceder a su primer inmueble, también reduce la acumulación de containers en espacios abiertos de la ciudad y posibilita la construcción de viviendas sustentables en pocos metros.
Muchas de estas casas son desarrolladas por fundaciones que gestionan el acceso a la propiedad de familias de bajos recursos, tal como lo hace PFNC Comunidades Globales. PFNC («Por Fin Nuestra Casa») es una empresa social que construye viviendas económicas en México, ya que los costos para concretar el proyecto son bajos comparados con una construcción tradicional. Hasta se han levantado complejos habitacionales enteros con varias decenas de containers.
Pero esto no significa pensar sólo en términos de austeridad. El arquitecto norteamericano Adam Kalkin, especialista en el diseño de viviendas en containers, ha desarrollado varios modelos diferentes, que van variando de acuerdo con las necesidades de tamaño y presupuesto. Kalkin es reconocido por utilizar estas estructuras y convertirlas en lujosas viviendas. Incluso, algunas tienen grandes ventanales y tipología de loft, con un entrepiso muy moderno.
Ejemplo local
En la última edición de Casa FOA, en la Tribuna II del Hipódromo de Palermo, Máximo Sanguinetti, Matilde Oyharzabal y Daniel Nazareno presentaron su proyecto de vivienda sustentable. “Ha sido construida en un contenedor de 12 años de antigüedad, que había quedado fuera de uso; lo reciclamos y lo convertimos en una vivienda sustentable. Al construirla tuvimos como eje conductor maximizar no sólo su espacio interior, sino el aprovechamiento de los elementos constructivos a fin de utilizar aquellos que hubieran sido descartados de un uso anterior: productos reciclados, reciclables o amigables con el medio ambiente”, afirman sus creadores.
Además, al desarrollar esta casa “se tuvo en cuenta también la orientación del frente, su aislamiento térmico, la incorporación de energías alternativas y el tratamiento de los residuos para un futuro reciclado”. Por eso, la unidad estaba equipada con un sistema de paneles solares fotovoltaicos y un sistema de reutilización del agua, un sistema de aislación térmica de lana de vidrio que cubre toda la superficie interior de chapa y cerramientos herméticos (que permite maximizar la refrigeración y calefacción).
También tiene una capa de césped en la terraza que funciona como aislante térmico del contenedor y a su vez como filtro del agua de lluvia para el uso de la vivienda; la iluminación está diseñada con Leds para ahorrar energía, y el revestimiento interior con placas de cuero reciclado y de madera cumple con las normas europeas de sustentabilidad. El exterior está pintado con esmalte al agua, una nueva tecnología acorde con las normas Leadership in Environment & Energy Design (LEED).
Todos estos elementos tecnológicos fueron utilizados para equipar un estar, una cocina-comedor, un baño y un dormitorio rebatible, que se transforma en oficina, dispuestos en sólo 24 metros cuadrados.
Las palabras reciclar, reducir y reusar están adquiriendo nuevos significados, en un mundo productivo que cada día más se encamina hacia un grado máximo de sustentabilidad.
+INFO: PFNC Comunidades Globales