El Complejo Ambiental de Villa Dominico, ubicado entre los partidos de Avellaneda y Quilmes al sur del conurbano, fue durante 25 años el relleno sanitario a donde se enviaron los residuos de la ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana. En este lugar, donde se enterraron casi 48 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos hasta su cierre en el año 2004, hoy se está desarrollando un proyecto experimental de producción de pasto de elefante, un forraje que puede elaborar altas cantidades de biomasa para generar energía.
El predio de 500 hectáreas aledañas al Río de la Plata, pertenecientes a la Coordinadora Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) es el primer relleno sanitario de la Argentina en etapa de poscierre. Cuenta con programas de monitoreo, tratamiento de gases y líquidos lixiviados, como así también tareas de forestación y parquización. En este contexto de recuperación y revalorización de la zona degradadas, se dio origen al proyecto de producción del pasto de elefante, para evaluar el aprovechamiento de suelos improductivos.
Las tres especies se desarrollaron sobre la cubierta del exrelleno sanitario de Villa Dominico y se realizaron tres cosechas. Para su cultivo solo se utilizó el compost que se realiza en Ceamse en base a la fracción de residuos orgánicos proveniente de podas y mercado frutihortí cola. De las tres especies, la P. purpureum, conocida como pasto de elefante, fue la que alcanzó mayor altura y biomasa, superando los 2,5 metros de altura con una producción estimada de 20 toneladas por hectárea. En cuanto al poder calorífico, las tres especies fueron similares arrojando entre 3,3 y 4,5 Mcal/kg.
Con la información obtenida de los ensayos, a fines de 2015 se puso en marcha una experiencia con el pasto de elefante (P. purpureum) con fines energéticos. Se plantaron 240 ejemplares producidos en el vivero experimental que tiene la empresa en el mismo predio, en donde funciona un laboratorio de cultivo para la producción in vitro. Actualmente las plantas alcanzan alturas de más de 2 metros y muestran una buena adaptación a la cubierta del relleno sanitario con un mínimo manejo. Los estudios realizados indican que el rendimiento sobre suelo (20 t/ha) se asemeja a los de países europeos, pero en suelos normales, no como aquí que es en superficie degradada. En este sentido, el pasto de elefante demuestra ser una buena opción para el aprovechamiento de tierras improductivas.
Durante agosto pasado se realizó la primera cosecha de la plantación a fin de evaluar su productividad y ensayar su briquetización, para ser utilizada como combustible en calderas y hornos, para que pueda funcionar como combustible renovable y limpio en reemplazo del carbón. La capacidad energética de 43 toneladas de materia seca de pasto de elefante representan 19 toneladas de carbón. Si se ratifican los resultados obtenidos hasta el momento, a corto plazo se pretende extender la plantación a por lo menos 30 hectáreas.
A su vez, se espera que a mediano plazo avancen las tecnologías y que se reduzcan los costos para el tratamiento del material lignocelulósico y obtención de bioetanol de segunda generación. De esta forma, se podría extender aún más la plantación sobre otros módulos pertenecientes a rellenos sanitarios cerrados o cualquier otro tipo de tierra no productiva. Un ejemplo más, y muy positivo, de cómo resignificar un exrelleno sanitario en tierras de Villa Dominico.