Basura Cero es un principio y una política integral de gestión de residuos que apunta a reducir progresivamente la disposición final de residuos sólidos urbanos, hasta llegar a cero, adoptando una serie de medidas en cada etapa del circuito de los materiales: desde que se producen hasta que se consumen y desechan.
Los programas “Basura Cero” se orientan no solamente al tratamiento y el reciclaje sino también al diseño de los productos de modo que tengan una vida útil más larga y se produzcan con materiales no tóxicos y reciclables.
Existen casos exitosos de ciudades Basura Cero, como por ejemplo el de Kamikatsu, una pequeña localidad montañosa en la isla de Shikoku (Japón), que se puso el objetivo de cero desechos para 2020 y ya ha alcanzado una tasa de reciclaje del 77,2 por ciento.Otro caso paradigmático es el de la ciudad de San Francisco, en el estado de California, EE. UU. La ciudad que comenzó su plan de Basura Cero hace aproximadamente 25 años, recicla y recupera el 80 por ciento de los residuos generados. El objetivo que tiene el gobierno de San Francisco es cumplir la meta de Basura Cero en 2020.
En la Argentina, Buenos Aires y Rosario son las ciudades que adoptaron este principio como rector de su normativa en materia de gestión de residuos, mostrando resultados disímiles. Los porcentajes de recupero y reciclado siguen siendo muy bajos.
Sin embargo, existen algunos proyectos privados con el objetivo de Basura Cero que son destacables. Uno de los más llamativos es el que lleva adelante el grupo IDER, que desarrollo una ingeniería para reciclar hasta el 85 por ciento de los residuos. Uno de esos proyectos es el del Tortugas Open Mall, que se basa en un sistema de procedimientos para el manejo selectivo de los residuos y el tratamiento in situ o en las proximidades. La idea base del sistema es no mezclar los residuos. La ingeniería consta de un sistema de contenerización selectiva, una recolección selectiva y un tratamiento también selectivo de acuerdo con los residuos recolectados. Todas estas etapas cuentan con certificación y sistema de trazabilidad, es decir, control del transporte y destino de los residuos.
Hasta ahora, el shopping recuperó el 65 por ciento de los residuos generados, mediante la adhesión de 220 locales certificados. En tres años el sistema arrojó un incremento en la recuperación de los residuos del 561 por ciento. En 2014 se recuperaron algo más de 121 toneladas y en 2016 unas 680, con un alto incremento de la recuperación del material orgánico.
Para que las políticas de Basura Cero cumplan definitivamente sus metas, además de la ingeniería de la disposición, recolección y tratamiento selectivo, es necesario avanzar en normativa para modificar la composición de aquellos productos que no puedan ser reciclados ni recuperados, para de esta forma sacarlos del mercado y que la finalidad del reciclaje total sea posible.