Manteniendo un discreto bajo perfil, la impresora 3D avanza con paso seguro hacia casi todos los rubros. ¿Qué se puede hacer con su tecnología? Permite imprimir moldes, maquetas, decoración, arte, elementos medicinales y odontológicos, joyería, calzado y hasta alimentos.
En la actualidad, por su costo no están todavía al alcance de los particulares. En nuestro país ya se utilizan con fines médicos e industriales, y se están abriendo paso también en el mundo de la moda donde prometen modificar sus secuencias industriales.
Sus aplicaciones se destacan en estas áreas:
Diseño y arquitectura. Maquetas, modelos, prototipos. El ejemplo más interesante en materia de calzado ha sido la zapatilla que Adidas presentó en medio de una conferencia sobre Medio Ambiente, realizada con residuos de plásticos recogidos de los mares e impresa en 3D. La impresión 3D modifica la secuencia de la industria de la moda, donde primero se dibuja, se arma una parte para ver cómo se ve el producto y, finalmente, lo manda a hacer. Sirve tanto para hacer maquetas como para crear piezas exclusivas.
En la Argentina, en Córdoba, se hizo un desfile para mostrar esta tecnología. Es más fácil en calzado y accesorios, pero también se usó en intervenciones en indumentaria como lo demostró el diseñador Benito Fernández. Ya la firma Sarkany está trabajando con esta tecnología en nuestro país.
Industria. Modelos, moldes, matrices, prototipos.
Emprendedores. Souvenirs, merchandising, juguetes, joyas, reproducciones de personas y objetos, pequeñas series de productos.
Cocina. Aspira a convertirse en un electrodoméstico habitual. Funciona básicamente como una manga y evitaría por ejemplo el uso del gluten, un aglutinante, que provoca alergias, imprime pastas, chocolate, cremas, helados, mermelada. Ideal para repostería.
Materiales industriales:
ABS. Un plástico que se usa en los Lego, es duro e ideal para uso industrial.
Pla. De origen natural y biodegradable.
Nylon o poliamida. Flexible muy útil en medicina.
Filaflex®. Un filamento muy elástico, que permite combinarse con otros materiales.
Policarbonato. Alta temperatura de fusión, resistente al impacto, con alta claridad óptica.
Símil madera o laywood. Es una mezcla de polímeros y madera con una terminación similar al noble material.
En un estudio realizado en octubre, la consultora Gartner auguraba que en 2016 se venderían más de 455.000 unidades de impresoras 3D, una cifra que de cara al 2020 se incrementará, según los cálculos de la consultora, hasta exceder los 6,7 millones de unidades.
A medida que crece el mercado, baja el precio y podemos soñar con impresoras personales que nos permitan imprimir nuestra propia casa o auto.