NOTICIAS POSITIVAS entrevistó en Radio Palermo al ingeniero Leonardo Barragán, de la empresa uruguaya Ventus, dedicada al desarrollo de energías renovables y, particularmente, al desarrollo de la energía eólica en su país, pero que hoy está empezando a dar el salto para sumar también la energía solar a sus negocios.
N+: -¿Por qué están interesados hoy en la energía solar?
Leonardo Barragán: -Ventus es una empresa uruguaya, pero hoy nos presentamos como una empresa regional. Tenemos emprendimientos en distintos mercados de América Latina, al punto de que hoy tenemos cinco subsidiarias fuera de Uruguay en la Argentina, Bolivia, Perú, Panamá y México, además de una incipiente actividad en los mercados de Colombia y Chile. También estamos bastante identificados con la energía eólica, ya que el mercado uruguayo de las energías renovables ha sido principalmente eólico.
Esto no quiere decir que no podamos o querramos desarrollar proyectos de energía solar. De hecho, hemos tenido injerencia directa en los pocos proyectos solares que ha habido en Uruguay. Ahora comienza una nueva etapa, porque la energía solar se está volviendo más competitiva en todo el mundo a nivel precio de tarifas e inversiones, y muy recientemente hemos sido adjudicados como epecistas en un primer proyecto de energía solar de 120 Kw/h, que se desarrollará en un techo de las instalaciones de nuestro cliente.
-¿Qué porcentaje de la energía va a poder producir esta empresa?
-Aproximadamente un 10 por ciento. Por momentos, este porcentaje puede ser mayor y por momentos menor. Esto se encuadra dentro de la figura de autogeneración, que está bastante fomentada en Uruguay. El cliente tiene la posibilidad de consumir todo lo que genera, y el excedente lo va a poder volcar a la red comercializándolo, vendiendo energía.
-¿Cómo ven las posibilidades en la Argentina y America Latina con respecto a este tipo de proyectos?
-Por un lado, acá todavía está pendiente la culminación o maduración de la normativa que va a regular la autogeneración y su vinculación con la red eléctrica para comercializar energía. Pero nosotros ya proactivamente estamos yendo a buscar a los más de 8000 industriales que consumen por arriba de 300 Kw anuales, que están por ley obligados a tomar una decisión: o compran el 8% de su energía a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa), o se la autogeneran. Está bien que es una obligación por ley, pero también es una oportunidad para que reduzcan sus costos.
-Cuando hablamos de costos, es difícil el traslado al consumidor y a la empresa. ¿Cómo juega el tema de los costos? ¿Es más barato consumir energía renovable?
-En el caso de las energías renovables, el combustible que las mueve (aire, viento, etc.) no tiene costo. Lo que sí requieren es de una alta inversión inicial. Se llama inversión up front: antes que se ejecute el proyecto tenemos un pico de inversión, y luego los costos de mantenimiento son muy menores. En otro tipo de generación, como la térmica, esto no es así: durante toda la vida del proyecto tenés un costo fijo que es el del combustible.
También hay que diferenciar lo que es autogeneración de los grandes proyectos de más de 20, 50 o 100 megas de potencia, en los que hay campos cubiertos de paneles solares, y el generador vende su energía eléctrica a un precio fijo, contratado por Cammesa, por un plazo determinado. El inversor invierte ese monto inicial sabiendo que va a tener un comprador por los próximos 20 o 30 años. En el caso residencial o comercial puede ser distinto: lo que hacemos es reducir lo que pagamos por energía mes a mes, y tenemos la posibilidad en algunos casos de venderle el excedente a la red. Los montos de inversión son diferentes.
Es importante saber que, en la Argentina, en donde la tarifa eléctrica ha sido muy baja, no ha habido incentivos para la autogeneración distribuida: no era rentable tener un edificio verde o paneles solares en las casas, por el precio de la tarifa que tenían hasta ahora. Para muchos, la energía eléctrica hoy está a un precio muy por debajo de lo que exige el mercado, por lo que se espera que a futuro las tarifas se acerquen a los valores de mercado, y eso va a fomentar que cada vez más gente piense en la posibilidad de autogenerarse.
-Contános un poco tu vinculación con la Universidad de Buenos Aires.
-Yo soy docente de la Maestría Interdisciplinaria de Energía del Centro de la Actividad Regulatoria de Energía (CEARE). Es una maestría que dura 2 años, y que es organizada en conjunto por las facultades de ingeniería, ciencias económicas, y derecho. Los alumnos por lo general son de variadas profesiones, fundamentalmente contadores, abogados e ingenieros. Yo dicto cursos de energía eólica, adaptando el contenido a estas variadas profesiones, con lo cual se dan clases muy ricas y trabajos prácticos muy interesantes.
-¿Qué cosas te llaman la atención en este espacio interdisciplinario? Me imagino que debe de haber una efervescencia nueva en este momento particular del país, con la emergencia de este nuevo mercado.
-Sí, de hecho en Ventus recibimos una cantidad impresionantes de currículum, no menos de 5 o 6 por día, la gran mayoría acá en la Argentina. Cada vez vemos que va a haber mayor generación de empleo, hay cada vez más vacantes en el sector de las energías renovables y sin duda esta maestría, estos cursos que se dan, tienen cada vez más demanda.
-Las energías renovables abre un campo enorme en todos los aspectos, porque necesitan todo tipo de profesionales y también oficios.
-Totalmente. Particularmente, la nuestra es una empresa de ingeniería, en la que la gran mayoría de nosotros somos ingenieros, pero en la industria requerimos contadores, abogados, economistas, logística.
-En cuanto al tema de la logística, ¿cómo se manejó en Uruguay, cuando tuvieron que montar esos molinos eólicos gigantes?
-Una de las particularidades de las energías renovables es que su generación es distribuida: se desarrollan en las zonas en donde hay viento y sol. Esto hace que muchas veces se encuentren en zonas remotas, lo que implicaría la construcción de parques eólicos en lugares remotos de la Patagonia, por ejemplo. Nosotros evaluamos las capacidades de los puertos para ver la posibilidad de descargar palas que pueden medir más de 50 metros de largo, y además analizamos cómo es el trayecto desde el puerto hasta el emplazamiento, estudiando la curvatura de las rutas o la altura de los puentes.
-En Uruguay, a pesar del gran desarrollo de las renovables, todavía no se ha visto una baja en las tarifas de energía. ¿Cuándo se va a empezar a ver el cambio?
-Eso va a ser gradual, a medida que se continúe la instalación de proyectos eólicos. Todavía resta por instalarse la mitad de los proyectos adjudicados. Esto se va a dar a mediados del próximo año, cuando se complete la instalación de casi 1500 megas de potencia. Para que te des una idea, un país como Uruguay consume en promedio unos 2000 megas de potencia, con lo cual un alto porcentaje de la red vendrá de energías renovables, y Uruguay va a ser un país que prácticamente no va a consumir combustibles fósiles.