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jueves, abril 25, 2024
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Sammy Jacobs-Abbey: cambiar depende de cada uno

Un apasionado defensor de los derechos humanos, pone toda su energía en buscar cómo resolver conflictos en forma pacífica. Viajero frecuente oriundo de Ghana, Sammy (29) es el director internacional del Centre for Conflict & Human Rights Análisis (Icchra) y no duda en afirmar que un mundo pacífico y alegre es posible, y que «sólo depende de cada uno».
Desde 2007, Sammy está en permanente contacto con el equipo de NOTICIAS POSITIVAS lo que constituye para nosotros un acercamiento de primera mano a la realidad de los jóvenes africanos involucrados en movimientos globales a favor de la paz.

-¿Se puede cambiar la realidad?

-¡Claro! No hay razón para que no podamos crear la realidad que todos queremos merecer. No hay barreras que no podamos superar los que creemos en una alineación total con el bien común. ¡Créelo y lo verás! Esto es lo que enseñamos, así es como se debe y se puede vivir.

-¿Cómo es tu visión del continente africano?

-A mediados de la década del 90, África era percibida como una región con un enorme potencial, lista para convertirse en un gigante económico mundial. Sus recursos humanos y naturales apenas fueron tocados. Sin embargo, en términos de política internacional, hoy es un continente devorado por la guerra civil y los conflictos políticos, con una mala economía que lleva a la profundización de la pobreza.

¡Debemos atraer todavía más la atención global hacia los problemas de la gente africana! Desearía tener el dinero y el poder suficientes como para hacer más de lo que hago, pero estamos obligados a hacer lo mejor con los recursos que tengamos y creo que, a medida que las pasiones de cambio se vayan combinando, se estará tejiendo una nueva trama posible.sammy.jpg

-¿Cuáles son las claves para construir un mundo mejor?

-Algo que se puede hacer es viajar más liviano por la vida. Muchos llevan a cuestas un equipaje innecesario, que los ancla al pasado, y otros sueñan con un futuro al que no podrán acceder. El único momento en el que realmente podemos hacer cambios es aquí y ahora. Aquí es cuando podemos percibir lo que realmente sucede y reemplazar las barreras por puentes del pasado al futuro.

Creo que en África debemos producir una generación de Campeones del Cambio a partir del aprendizaje de tantas víctimas de las circunstancias. Los jóvenes son la esperanza y el futuro de África. Nuestra generación aún entiende las cosas mal, cuando espera que los países desarrollados vengan a socorrer a los africanos. No funcionó hasta ahora y los llantos de los niños huérfanos y enfermos solamente cayeron en los oídos sordos de los países desarrollados.

-¿Cuál es tu expectativa para el mundo?

-Veo un mundo lleno de felicidad, un lugar en donde todos se respetan y el énfasis está puesto en los humanos y no en los sistemas o procesos, que sólo sirven para amasar fortunas y obtener bienes materiales. Veo un mundo con valores basados en los principios y no en la codicia, donde somos hermanos y hermanas, y la creatividad tiene un valor como parte de la cultura. Un lugar en donde nadie tiene hambre ni le falta techo o vestimenta, con pleno acceso a la información. Tu propia mente crea el destino de tu vida. La causa principal de la felicidad o la infelicidad está en cada uno.

-¿Sos religioso?

-Sí, también creo que es necesario saber de religión para trabajar en temas de paz. Estudié la Biblia, el Corán y también aprendí mucho acerca del budismo.

-¿Cuál debe ser el papel de los medios en este cambio de paradigmas?

-Son la clave de todo. Debemos encontrar la forma de que los medios sirvan para aumentar la conciencia colectiva en los países desarrollados acerca de lo que está sucediendo y del cambio posible. Hay que buscar nuevas formas para comunicar, capaces de contagiar el entusiasmo necesario para que los jóvenes modelen su propia vida.

Hace poco Bill Drayton, fundador de Ashoka, en una entrevista me dijo con total convicción que el cambio real y duradero va a venir de la mano de los ciudadanos

Claro, es que el cambio no va a venir desde los gobiernos y ni siquiera desde las organizaciones internacionales. El cambio profundo va a venir de los ciudadanos como nosotros, que se unirán como hermanos y hermanas.

-El desarrollo. ¿es siempre positivo?

-Aprendí sobre el verdadero significado de la palabra «desarrollo» leyendo la historia de Asia, y encuentro este proceso como muy valioso para que el pueblo africano vea lo que sucede mientras los países asiáticos se «modernizan». La lección es que no podemos sacrificar nuestro pasado por el futuro. No podemos afrontar perder nuestras tradiciones y valores ancestrales y las particularidades de cada grupo étnico por unos pocos dólares. Veo que esto está ocurriendo hoy en África y se me rompe el corazón porque, si nos diéramos cuenta del potencial de este continente, no se venderían su cultura y maravillosa historia en el proceso de modernización.

-¿Cuáles son las causas que impiden que la gente se dé cuenta de su propio potencial?

-En África, el proceso de destrucción de poblaciones enteras de adultos dejó una situación terrible. ¿Dónde se supone que los niños aprenden acerca de los valores y principios? ¡En el ámbito familiar! Pero hay tantos niños solos, sin padres, abusados y sin guía, que este proceso está interrumpido. Ellos son las verdaderas víctimas de África y por esta razón el proceso de recomposición va a ser lento: hay una gran brecha que hay que superar con tiempo. Son heridas morales que son tan fuertes como las físicas y están totalmente relacionadas.

-¿Qué papel juega la esperanza en los procesos de cambio?

-¡Un papel fundamental!Confucio dijo que no se puede enseñar filosofía a un hombre hambriento y en esto acuerdo plenamente.

Muchos africanos sienten lo mismo. Por lo que sufren, no se los puede culpar de falta de fe y esperanza, pero la realidad es que, mientras crean que la paz no ha de ser posible, no lo será. Ese es el primer paso. Es tiempo de que el pueblo africano deje de usar armas para destruir y comiencen a usar el corazón y la razón para formar su propia coalición y ser dueños de su propio destino. No se necesitan gobiernos y corporaciones que vengan a determinar su camino. No es ese rumbo el que el pueblo africano necesita, porque es un camino sin salida.

-¿Cómo definirías a la globalización?

-Para mí no es más que una colonización económica, es la subyugación de las naciones pobres y su gente, es la quita de sus recursos naturales y el empobrecimiento en pos de la veneración del dólar. Y este es el punto: se ha reemplazado a Dios y la espiritualidad por el dinero; este es el aspecto filosófico de estos grandes temas.

-¿Qué es indispensable para provocar cambios positivos?

El amor y el perdón son los vehículos perfectos para un cambio positivo, y cada vez que lo pongo en práctica da resultado y créeme que lo he probado en situaciones realmente muy complicadas

Andrea Mendez Brandam
Andrea Mendez Brandamhttps://andreamendezbrandam.com/
Periodista y conductora especialista en sustentabilidad y regeneración. Consultora empresarial especializada en Comunicación Estratégica de Impacto Regenerativo.

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